MAÑANA
El SEÑOR fue mi apoyo.
Ciertamente para engaño son las colinas y el bullicio en los montes. Ciertamente en el SEÑOR nuestro Dios está la salvación de Israel. — El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. Él es mi escudo, el poder de mi liberación y mi baluarte. —Grita y canta, oh habitante de Sion, pues el Santo de Israel es grande en medio de ti”.
El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los libra. Clamaron los justos, y el SEÑOR los oyó; los libró de todas sus angustias. — El eterno Dios es tu refugio, y abajo están los brazos eternos. — De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi socorro, y no temeré. ¿Qué me podrá hacer el hombre.
— Porque, ¿quién es Dios fuera del SEÑOR?¿Quién es Roca aparte de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de vigor y hace perfecto mi camino.
Por la gracia de Dios soy lo que soy.