MAÑANA
Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que, al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes . . . cada uno dio conforme a su capacidad.
¿No saben que cuando se ofrecen a alguien para obedecerlo como esclavos son esclavos del que obedecen; ya sea del pecado para muerte o de la obediencia para justicia?
Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él designa. Pero a cada cual le es dada la manifestación del Espíritu para provecho mutuo. — Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. — Se requiere de los mayordomos es que cada uno sea hallado fiel. — De todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más.
Para estas cosas, ¿quién es suficiente? — ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!