MAÑANA
Pero el fruto del EspÃritu es . . . paciencia, benignidad.
     El SEÑOR pasó frente a Moisés y proclamó: ¡SEÑOR, SEÑOR, Dios compasivo y clemente . . . grande en misericordia y verdad. Â
     Les exhorto a que anden como es digno del llamamiento con que fueron llamados: con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose los unos a los otros en amor. — Sean bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándose unos a otros como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo. — La sabidurÃa que procede de lo alto es primeramente pura; luego es pacÃfica, tolerante, complaciente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y no hipócrita. — El amor tiene paciencia y es bondadoso.
      A su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. — Por lo tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. He aquÃ, el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que reciba las lluvias tempranas y tardÃas. Tengan también ustedes paciencia; afirmen su corazón, porque la venida del Señor está cerca.  Â