MAÑANA

Así ha dicho el SEÑOR Dios: “Aún he de ser buscado por la casa de Israel.

      No tienen porque no piden.  

      Pidan, y se les dará. Busquen y hallarán. Llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abrirá. — Y esta es la confianza que tenemos delante de él: que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. — Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar, y le será dada. — Abre bien tu boca, y la llenaré. — También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar. RV60  

      Los ojos del SEÑOR están sobre los justos; sus oídos están atentos a su clamor. Clamaron los justos, y el SEÑOR los oyó; los libró de todas sus angustias. — En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que yo rogaré al Padre por ustedes pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que yo he salido de la presencia de Dios. . . . Pidan y recibirán, para que su gozo sea completo.  

EZ. 36:37. Stg. 4:2. Mt. 7:7, 8. — 1 Jn. 5:14, 15. — Stg. 1:5. — Sal. 81:10. — Lc. 18:1. Sal. 34:15, 17. — Jn. 16:26, 27, 24.

NOCHE

Recibimos el bien de parte de Dios, ¿y no recibiremos también el mal?

      Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son justos y que conforme a tu fidelidad me has afligido. — SEÑOR, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro alfarero; todos nosotros somos la obra de tus manos. —¡Él es el SEÑOR! Que haga lo que le parezca bien.”   

      Justo eres tú, oh SEÑOR, para que yo contienda contigo. Sin embargo, hablaré contigo sobre cuestiones de derecho.

       Se sentará para afinar y purificar la plata — El Señor disciplina al que ama y castiga a todo el que recibe como hijo. — Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. — Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció.  

      Gócense a medida que participan de las aflicciones de Cristo, para que también en la revelación de su gloria se gocen con regocijo. — Estos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestidos y los han emblanquecido en la sangre del Cordero.  

JOB 2:10. Sal. 119:75. — Is. 64:8. — 1 S. 3:18. Jer. 12:1. Mal. 3:3. — He. 12:6. — Mt. 10:25. — He. 5:8. 1 P. 4:13. — Ap. 7:14.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.