MAÑANA

Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho. (RV60)

       Jesús . . . dijo: ¡Consumado es! Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. — Al que no conoció pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.   

       Este es el pueblo que yo he formado para mí; ellos proclamarán mi alabanza. — Para que ahora sea dada a conocer, por medio de la iglesia, la multiforme sabiduría de Dios a los principados y las autoridades en los lugares celestiales conforme al propósito eterno que realizó en Cristo Jesús, nuestro Señor. — Para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia, por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús.  

      Habiendo creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo que había sido prometido, quien es la garantía de nuestra herencia para la redención de lo adquirido, para la alabanza de su gloria. — Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anuncien las virtudes de aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. 

IS. 53:11. Jn. 19:30. — 2 Co. 5:21. Is. 43:21. — Ef. 3:10, 11. — Ef. 2:7. Ef. 1:13, 14. — 1 P. 2:9.

NOCHE

El día de la prueba en el desierto.

      Nadie diga cuando sea tentado: “Soy tentado por Dios” porque Dios no es tentado por el mal, y él no tienta a nadie. Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido por su propia pasión. Luego esa pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado.

      Ardieron de apetito en el desierto y probaron a Dios en la soledad.

      Jesús, lleno del Espíritu Santo . . . y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días; y cuando fueron cumplidos, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan.  

      Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados — Simón, Simón, he aquí Satanás me ha pedido para zarandearte como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle.

HE. 3:8. Stg. 1:13-15. Sal. 106:14. Lc. 4:1-3. He. 2:18. — Lc. 22:31, 32.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.