MAÑANA
En el día que yo preparo, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, ellos serán para mí un especial tesoro.
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste. Tuyos eran, y me los diste; y han guardado tu palabra. Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo sino por los que me has dado; porque tuyos son. Todo lo mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío; y he sido glorificado en ellos. Padre, quiero que donde yo esté, también estén conmigo aquellos que me has dado para que vean mi gloria que me has dado, porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Vendré otra vez y los tomaré conmigo — Cuando él venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado por todos los que creyeron. — Nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. — Serás corona de esplendor en la mano del SEÑOR, y diadema real en la palma de tu Dios.